Para identificar el dolor de espalda inflamatorio se debe distinguir de otros tipos de dolor tomando las siguientes características:
– Aparece en edades jóvenes, habitualmente antes de los 40 años.
– El dolor tiene un comienzo gradual.
– Los síntomas del dolor de espalda inflamatorio mejoran con la actividad / ejercicio.
– El dolor no mejora con el reposo.
– Dolor nocturno que suele hacer que se despierte en la segunda mitad de la noche, obligándote a levantarte.
– Rigidez matutina al levantarse por la mañana.
– Dolor de más de tres meses de duración.
– Dolor alternante en las nalgas.
Las enfermedades causantes de dolor de espalda inflamatorio afectan de manera importante la vida de quienes las padecen. Actividades cotidianas como trabajar, hacer deporte o incluso dormir, pasan a ser difíciles o en algunos casos imposibles de realizar.
Para la mayoría de los pacientes, el problema de dolor en la espalda baja es muy común, pero para un pequeño porcentaje, el dolor es el resultado de espondilitis anquilosante (EA)”. Ambos pueden resultar en dolor en la espalda baja, pero son enfermedades diferentes.
Espondilitis anquilosante |
Dolor de espalda baja |
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¿Qué es? | Tipo de artritis inflamatoria, la EA causa dolor y rigidez en la espalda baja que empeora por la noche y mejora con la actividad física. Otras partes del cuerpo se pueden inflamar también. Es más común en los varones. |
También llamado dolor mecánico de la espalda, este amplio diagnóstico se caracteriza más por el dolor que por la rigidez, y el movimiento generalmente lo empeora. Se calcula que un 80% de las personas lo padecen en algún momento. |
¿De qué se trata? | Las vértebras se inflaman y se forma hueso nuevo, lo que origina que la columna vertebral se fusione en una posición fija, a veces restringiendo la respiración. |
Se debe a distenciones musculares, osteoartritis, estenosis de la espina dorsal (angostamiento del canal espinal), degeneración de los discos por la edad y por una alineación incorrecta de la columna. |
¿Cómo se diagnostica? | El doctor revisará sus síntomas y sus antecedentes familiares. Quizá sea necesario ordenar pruebas sanguíneas y de imágenes como IRM. |
Los análisis se hacen con el fin de descartar problemas neurológicos, tumores, infecciones y lesiones quirúrgicas. Lo que queda es el diagnóstico de dolor crónico de la espalda baja. |
¿Cuál es el tratamiento? | Se recetan antiinflamatorios no esteroides (AINE); en casos más severos, inhibidores del factor de necrosis tumoral (FNT) y terapia física. |
Se recomiendan AINE, analgésicos e inyecciones de corticosteroides; cirugía en ciertos casos; tratamientos complementarios como masaje o acupuntura; ejercicios de fortalecimiento. |
El médico examinará tu espalda y evaluará tu capacidad para sentarte, pararte, caminar y levantar las piernas. El médico también puede pedirte que califiques el dolor en una escala de 0 a 10 y hablarte de la eficacia con la que funcionas con el dolor.
Estas evaluaciones ayudan a determinar de dónde proviene el dolor, cuánto puedes moverte hasta que el dolor te obligue a detenerte y si tienes espasmos musculares. También pueden ayudar a descartar causas más graves de dolor de espalda.
Si existe motivo para sospechar que un trastorno específico está causando el dolor de espalda, el médico puede solicitar una prueba o más:
La mayor parte del dolor de espalda intenso mejora en unas pocas semanas de tratamiento en el hogar. Sin embargo, todas las personas son diferentes y el dolor de espalda es una afección compleja. Para muchas personas, el dolor persiste durante bastante tiempo, pero solo algunos tienen dolor intenso y permanente.
Para el dolor de espalda intenso, quizás todo lo que necesites sean analgésicos de venta libre y la aplicación de calor. No se recomienda el reposo en la cama.
Continúa con tus actividades siempre y cuando las toleres. Prueba con actividades suaves, como caminar o actividades de la vida diaria. Suspende la actividad que aumente el dolor pero no evites realizar actividades por miedo a que duela. Si el tratamiento en el hogar no resulta útil después de varias semanas, el médico puede sugerirte medicamentos más fuertes y otras terapias.
Según el tipo de dolor de espalda que tengas, es posible que el médico recomiende lo siguiente:
Un fisioterapeuta puede emplear varios tratamientos, como calor, ultrasonido, estimulación eléctrica y técnicas de relajación muscular en los músculos de la espalda y los tejidos blandos para reducir el dolor.
A medida que el dolor mejora, el fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios que pueden aumentar tu flexibilidad, fortalecer los músculos abdominales y de la espalda, y mejorar tu postura. El uso habitual de estas técnicas puede ayudar a evitar que el dolor regrese.
Pocas personas necesitan una cirugía para tratar el dolor de espalda. Si tienes un dolor incesante asociado con un dolor que se extiende por la pierna o una debilidad muscular progresiva causada por la compresión de un nervio, es posible que te beneficies de una cirugía. De lo contrario, la cirugía generalmente se reserva para el dolor relacionado con problemas estructurales, como el estrechamiento de la columna vertebral (estenosis del conducto vertebral) o un disco herniado, que no ha respondido a otra terapia.
FUENTES:
https://www.mayoclinic.org/ http://espanol.arthritis.org/ https://www.semana.com/