De todo lo que hemos vistos debemos aclarar que el Reuma no existe, en los libros de medicina, es decir, no existe ninguna enfermedad que reciba el nombre de Reuma. En la sociedad a todo ese conjunto de dolencias las agruparon bajo el nombre de “Reuma” o “Reumatismo”, las cuales asociaban al aparato locomotor, talvez como consecuencia del desconocimiento de la naturaleza de la enfermedad o por causa común de todas ellas.
Hay una gran cantidad de enfermedades del aparato locomotor, para ello existe la reumatología, que es la especialidad de la medicina que se ocupa de las enfermedades del aparato locomotor y las enfermedades autoinmunes sistemáticas y el médico que estudio la enfermedad se le conoce como reumatólogo.
Tal vez la más conocida, esa a la que la gente se suele referir cuando habla del reuma, sea la artrosis. Se produce cuando los cartílagos, las membranas que están entre los huesos, se desgastan y las articulaciones se dañan. Y se confunde con la artritis porque suenan parecido, pero esta se debe a una inflamación de las articulaciones. La primera suele ir asociada a la edad.
El diagnóstico se basa en un adecuado interrogatorio y un exhaustivo examen físico. Su médico especializado o reumatólogo, analizara las características del dolor, su distribución, el número de articulaciones afectadas, la presencia de hinchazón, etc., logrando realizar un diagnóstico la mayoría de las veces. En ocasiones unos análisis pueden servir de ayuda para confirmar una enfermedad ya sospechada durante el interrogatorio o para seguir la evolución de un enfermo.
De igual forma indicamos que si no existe el “Reuma”, solo hay enfermedades reumáticas, tampoco hay pruebas reumáticas, si no pruebas de laboratorio que le ayudaran a su especialista a concluir si padece de una enfermedad reumática.
Pruebas como las radiografías, la ecografía, la resonancia y otras técnicas, son útiles en algunos casos, si bien en muchos casos no son necesarias o añaden poco al diagnóstico clínico ya realizado antes de pedirlas.